Ten en cuenta el IP para iluminar tu hogar
¿Humedad? ¿Polvo? ¿Lluvia? Si tu iluminación o cualquier instalación eléctrica va a estar expuesta a alguno de estos agentes, fijarte en el IP es imprescindible. Pero ¿qué significa? En este artículo encontrarás todas las respuestas para que iluminar aquellas zonas ‘conflictivas’ como el baño, la terraza o el jardín no resulte una tarea imposible.
IP es la abreviatura en inglés de Ingress Protection. Concretamente, el IP indica el grado de protección frente a agentes externos que tiene un foco o una lámpara. Es decir, señala el nivel de resistencia que tiene el producto a la intrusión de líquidos, como el agua, y de objetos sólidos, como el polvo.
El IP atiende al estándar IEC 60529. Esta norma internacional evalúa y establece los grados de protección. Por lo que elegir un producto con un IP adecuado evitará problemas futuros.
¿Cómo saber qué significan los números del IP?
El IP está compuesto por dos dígitos, que indican el grado de protección. Exactamente, el primer número indica la protección contra objetos sólidos y el segundo señala la protección contra el agua. De esta forma, cuanto más alto sea el número, el producto contará con una mayor protección ante las condiciones ambientales adversas.
El primer dígito puede variar desde el 0, sin protección, hasta el 6, protección total contra el polvo. Sin embargo, el segundo dígito se mueve entre el 0, sin protección, hasta el 9, protección contra alta presión y temperatura del agua.
Los IP más comunes
Llegados a este punto es normal que te preguntes: ¿y yo cuál necesito? Para espacios interiores, que no sean húmedos, es muy probable que un índice de protección IP20 sea suficiente; mientras que para zonas exteriores expuestas a la lluvia o al polvo necesitarás un IP más alto.
Por ejemplo, en caso de que desees iluminar una zona semicubierta, como el porche o la terraza, puedes utilizar una lámpara con un índice de protección IP23. Sin embargo, si tu intención es poner luz a la piscina de tu jardín, será necesario optar por un aplique IP65, si no está dentro, o por uno con IP68, si sí lo está.
A continuación, te exponemos los IP más comunes en iluminación:
IP20
Lámparas aptas únicamente para espacios interiores. No cuentan con protección frente a líquidos, por lo que no se pueden instalar ni en cocinas ni en baños.
IP44
Proporciona una protección adecuada para luminarias instaladas al aire libre. También es muy recomendable para zonas cercanas a la ducha.
IP54
Ofrece una protección adecuada para luminarias expuestas a lluvias ocasionales y partículas de polvo.
IP55
Brinda una protección adecuada para lámparas expuestas a lluvias frecuentes y partículas de polvo.
IP67
Es impermeable al agua y apto para inmersión momentánea. Además, es resistente al polvo, arena y sal.
IP68
Es totalmente impermeable al agua y apto para inmersión prolongada, como en el interior de piscinas. También es resistente al polvo, arena y sal.
Valor mínimo de IP en el baño
El baño, al igual que en la cocina, son zonas que sufren altas concentraciones de humedad. Además de salpicaduras de agua. De ahí que sea crucial considerar estos aspectos a la hora de elegir el tipo de IP en estos espacios a iluminar:
En el techo, se deben instalar lámparas con un nivel de protección IP44 para salvaguardarlas de la condensación de vapor y agua.
En la zona de los espejos, sobre todo en las cercanas a los lavabos, lo ideal es usar focos, apliques o pequeños empotrables con una protección IP44 para asegurar una buena protección.
En las áreas próximas a la ducha o a la bañera, donde hay riesgo de pulverización de agua y vapor, es fundamental contar con una protección IP65.
En el caso de que alguna luminaria tenga contacto directo con el agua debería tener una protección IP67.
Más concretamente los baños se dividen en tres zonas, dependiendo de su nivel de protección:
Zona 1
Es la zona cercana a la ducha o bañera, hasta 225 cm por encima de estos elementos. En este sector se recomienda utilizar lámparas con un índice IP 65, ya que hay mayor concentración de humedad y las lámparas necesitan un nivel alto de protección.
Zona 2
Esta área incluye la zona de al lado de la ducha y la bañera, así como alrededor del lavabo, hasta 60 cm de la zona 1. Se aconseja contar, al menos, con un nivel de protección IP44.
Zona 3
La iluminación en el resto del baño, lo que se denomina zona 3, no tiene contacto directo con el agua, pero puede estar expuesta a la condensación. Para esta zona, se requiere un valor mínimo de IP21 en términos de protección.
Valor mínimo de IP en el jardín
Las zonas exteriores también resultan altamente sensibles. Eso sí, la elección del IP de las luminarias en jardines y terrazas debe venir determinada por la ubicación de cada una de las luces. Es decir, no se necesita el mismo nivel de protección IP para un aplique de pared colocado en un muro exterior o fachada que solo está expuesto a la lluvia, donde un IP44 sería suficiente, que para un proyector empotrado en el suelo de una zona llana de césped con riego automático diario, que requeriría un IP67.
De igual manera, una baliza situada en una zona pavimentada o con grava, sin sistema de riego y solo expuesta a la lluvia, podría tener un IP54, mientras que una baliza ubicada en una zona con plantas con riego, necesitará al menos una protección IP65.
Asimismo, en áreas cercanas al agua, como alrededor de piscinas, se debe tener en cuenta que el IP nunca tiene que ser inferior a IP65, e IP68 si van a ser sumergidas.
El IP, necesario en baños; imprescindible en exteriores
¿Ya sabes qué IP necesitas? Como has podido observar atender al IP en los baños es muy necesario; sin embargo, en las zonas exteriores resulta imprescindible, ya que los elementos se ven expuestos a mayores adversidades.
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